miércoles, 8 de octubre de 2014

GOOD MORNING VIETNAM, OTRA VEZ

Estaba nervioso antes de llegar. Aún en Singapur no pude pegar ojo gracias a mis 23 compañeros y sobre todo por la emoción de volver a una de las ciudades más excitantes que he visitado nunca. Ho Chi Minh, o como la conocen los locales Saigon, es el corazón económico y cultural del país. Mirad si queréis nuestras anteriores entradas durante nuestra luna de miel.


Para entrar a Vietnam hay dos maneras para hacerlo desde España. Puedes o bien conseguir la visa desde la embajada en Madrid u optar por la visa on arrival. La visa on arrival es la manera más rápida pero sobretodo económica. Hay muchas agencias vietnamitas que gestionan la carta de invitación que te envían por correo en apenas 24 horas. Con llevarla encima junto a dos fotografías y el pasaporte en vigor es suficiente. El coste total es de 42 euros a día de hoy, para solo una entrada y salida. Hay que reconocer que si no hubiera sido por el blog Con Mochila no hubiera podido venir. La visa por la embajada tarda aproximadamente dos semana y yo lo he hecho todo con cinco días de antelación.


Cruzada la frontera he de reconocer un error, ¡me han timado como un primerizo! Por no pedir el servicio de recogida del hotel me han pegado una estacada que ni para ir a Barajas. Mejor no sigo que me enciendo. Recordad ¡contratad el servicio de recogida del hotel que hayáis reservado!


Todo sigue relativamente igual por aquí, con la salvedad de que hay más coches que hace tres años y 6 meses. Cruzar la calle sigue siendo todo un deporte de riesgo. También hay más Mc Donalds. Vietnam era territorio casi virgen para las multinacionales americanas de comida rápida, y ya no es el caso. Mc Donalds, Burguer King, KFC... Esto corrobora mi teoría sobre los países del sudeste asiático: ¡hay que venir antes de que el capitalismo feroz y el mundo occidental los transforme! Aún así nunca perderán ese encanto que les da su gente.


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