Páginas

martes, 7 de octubre de 2014

SINGAPUR, CRISOL DE CULTURAS

¡Menudo día! He hecho todo lo que quería y más. Primero os voy a enseñar con qué lo he rematado.



Bueno, ¿verdad? Ha sido el justo premio a un día que empezaba nuevamente en Chinatown. Decidí hacer un free city tour como hicimos en Sidney. Me interesé por los que hace Indie Singapore muy recomendado en Tripadvisor. De los free city tours hay recordar que son completamente gratuitos y realizados por gente local. Solo hay que pagar una pequeña propina según lo contento que hayas quedado.

La ruta la hicimos con Wei y fuimos visitando los lugares más emblemáticos como Temple St, donde en apenas 200 metros se puede ver un templo hindú, una mezquita y un templo budista. Lo que más me gustó fue la visita a su hawker favorito. Los hawker son zonas residenciales verticales de protección oficial diseñadas para que la gente tuviera a mano todo lo necesario para vivir. Todo lo necesario son tiendas, colegios, oficina de correo, policía, y, por supuesto, puestos de comida callejera. Comí en el restaurante más popular de todo Singapur donde el mismísimo Gordon Ramsay vino a poner orden. Doy fe de que hizo buen trabajo.



Con el sol ya en todo lo alto comencé a pasear si un ritmo fijo. Sin darme cuenta llegué a Marina Bay, ahora conocida por ser la sede del Gran Premio de Singapur de Fórmula 1 y por el majestuoso hotel Marina Bay Sands. No es el más alto, ni el más lujoso, pero su skyline con la piscina comunicando las tres torres es increíble. Intenté bañarme, pero se escapa de mis posibilidades ya que, además, solo es para clientes. La zona permite el juego. Hay un casino, ¿sabéis de quién? Del mismo que el de Eurovegas, Sheldon Adelson.


Si había algo que tenía muchas ganas de hacer era visitar el Museo de las Civilizaciones de Asia. No me defraudó. Más pequeño de lo que pensaba, pero la guía de origen francés y con un inglés 100% entendible hizo que la visita valiera la pena. La visita al museo me ha servido para entender cómo de importante ha sido y es Singapur para el comercio de mercancías. Su posición privilegiada al abrigo de dos mares, hizo que desde siempre fuera el puerto de acogido de los barcos durante los monzones.


Para rematar fui a Little India, zona de todos los inmigrantes procedentes de mayoritariamente del sur de la India (Tamil Nadu y Kerala). Siendo un pedacito de la India en Singapur, pensé que sería un caos de gente y comerciantes. Pues no, como todo aquí, estaba ordenado y limpio. Me costó un poco ubicarme porque hice la ruta recomendada por la Lonely Planet al revés, no lo hagáis nunca.

Y éste ha sido el segundo día, donde después de haberme comido el manjar que ya habéis visto, me dispongo a descansar. Mañana Vietnam, mañana vuelta a la Asia que me encandiló y enamoró hace tres años.

No hay comentarios:

Publicar un comentario